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Arquitectos: Camps Felip Arquitecturia
- Área: 3467 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Pedro Pegenaute, Josep Maria de Llobet
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Proveedores: Erco, AutoDesk, COMLED, GEZE, HERMO
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La ciudad de Tortosa a lo largo de su historia se construye a partir de la superposición de fortificaciones, murallas, iglesias y palacios. Su centro histórico de estrechas callejuelas y compleja geometría, se acomoda sobre la ladera de la montaña. El nuevo edificio judicial de Tortosa responde de manera eficaz al específico programa judicial y sus estrictos requisitos funcionales y a su vez, a la topografía y geometría del lugar, situado en una de las esquinas de la plaza dels Estudis.
Los Juzgados de Tortosa se sitúan en una de las calles que, desde el río Ebro, se adentran y configuran uno de los principales trazados del casco histórico y en el que se ubican palacios góticos, la Sede de la Catedral y las principales edificaciones de su pasado renacentista. Todas estas construcciones tienen en común el uso de la piedra de la zona que configuran un entorno cromático homogéneo con el que la nueva arquitectura establece continuidad. Una arquitectura que materializa y completa un fragmento de ciudad que da respuesta atenta a todos los condicionantes
del lugar.
El proyecto parte de una estructura lógica interior regular y ordenada a través de un esquema en retícula modulado desde las dimensiones de la unidad tipo de oficinas.
El programa distingue las zonas de acceso público, que se resuelven con fachadas continuas más abiertas y permeables; y zonas de uso restringido o privado, que se modulan y relacionan con el ritmo de fachada para permitir posibles cambios futuros.
La estricta separación de las zonas públicas y privadas así como presos o testigos se plasma también en los recorridos y núcleos de accesos. Los recorridos públicos y privados se realizan a lo largo de las fachadas longitudinales. Situando el público y zonas de espera en la fachada norte con vistas al castillo y al casco antiguo. Público y privado se separan mediante un espacio central acotado por la atención al público, que alberga los usos restringidos de oficinas y trabajo.
La zona de detenidos se agrupa y relaciona directamente con el ascensor privado que conecta las celdas con la sala principal, conserva la privacidad entre detenido y testigo. Se dispone de un núcleo de escalera y ascensor públicos relacionados directamente con el vestíbulo y en contacto con el exterior. Así mismo, en relación con los espacios privados se dispone de un núcleo de escalera y ascensor para uso restringido.
La volumetría del edificio responde a las alineaciones de la parcela siguiendo las trazas urbanas del casco histórico: calles estrechas con puntos de vista próximos y en escorzo. Un zócalo pétreo de hormigón in situ conforma el primer nivel de planta baja y el primer contacto con el espacio urbano y el desnivel topográfico. En contraposición al zócalo, un segundo nivel de tres plantas se define por un sistema industrializado de 3 módulos de aproximadamente 1000 x 3500 mm de hormigón prefabricado con el que se consigue sistematizar el edificio a la vez que resuelve las diferentes situaciones constructivas: las esquinas, las aberturas en relieve y el sistema de lamas...
Un juego de luz y sombras dota de continuidad al conjunto de la fachada.
La estructura interna es regular y ordenada. En cambio, el volumen exterior responde a la irregularidad de alineaciones y topografía. Entre el interior y el exterior, aparece un espacio intersticial de grosor variable que permite mediar entre estos dos mundos, proporcionando intimidad y permeabilidad a los espacios de trabajo y modulando la luz natural.
Se identifican diferentes gradientes de confort térmico y protección solar en los espacios interiores según su actividad y orientación y se facilita un buen control energético, reduciendo la demanda y el consumo de energía. Se optimiza la eficiencia gracias al aprovechamiento de la iluminación natural y uso de elementos de bajo consumo. La fachada del nuevo edificio usa la cálida gama de colores del entorno para dar textura y forma a las piezas prefabricadas de hormigón onduladas que configuran la envolvente del edificio y trazan la forma irregular del lugar.
Ante este contexto concreto y ante un programa funcional genérico y a la vez riguroso, el nuevo Edificio Judicial ofrece una mirada atenta, respetuosa y a la vez contemporánea. Una arquitectura sólida y a la vez permeable que se funde y confunde con su entorno sin renunciar a su tiempo.